El cerebro juega un papel principal en la audición

Cuando escuchamos sonidos, las ondas sonoras viajan del oído externo, a través del oído medio, hasta el oído interno, donde las vibraciones estimulan a miles de diminutas células ciliadas. Las células ciliadas del oído interno envían impulsos eléctricos a los nervios auditivos que conectan con el centro auditivo del cerebro, donde los impulsos eléctricos se perciben como sonidos. El cerebro convierte estos impulsos en sonidos que podemos reconocer y comprender.
El cerebro actúa de filtro
Asimismo, el cerebro se activa para discriminar los sonidos relevantes del ruido de fondo. Nuestro cerebro puede filtrar los sonidos no deseados para que nos podamos concentrar en lo que estamos escuchando. Algunos estudios indican que la actividad cerebral es mayor en el hemisferio izquierdo del cerebro cuando se trata de discriminar los sonidos del ruido. Es decir, la capacidad de concentrar la audición en un hablante o sonido e ignorar lo irrelevante, o “efecto cocktail party”, tiene lugar en la parte izquierda de nuestro cerebro.
Del mismo modo, nuestro cerebro sube el volumen cuando hablamos. Cuando se trata de nuestra propia voz, existe un sistema en el cerebro para fijar el volumen que puede amplificar el sonido que producimos.
El tinnitus y el cerebro
El cerebro juega además un papel fundamental en relación con el tinnitus.
Un equipo de investigadores ha conseguido silenciar el tinnitus en un grupo de ratones estimulando un nervio del cuello mientras reproducían al mismo tiempo distintos sonidos durante varias semanas. La terapia, que actúa como si se apretase un botón para reiniciar el cerebro, parece servir para reentrenar las partes del cerebro que interpretan el sonido, y como resultado, las neuronas inestables vuelen a su estado original y el pitido o zumbido desaparece.
Otra investigación indica que el tinnitus no se genera en el oído, sino por descargas neuronales en el cerebro.
“El tinnitus no se genera por procesos que tengan lugar en el oído, sino por cambios que ocurren en el cerebro cuando se produce una pérdida de audición”, explican los investigadores.