Hiperacusia

¿Qué es la hiperacusia?
La hiperacusia es una patología que provoca que una persona tenga una menor tolerancia y una mayor sensibilidad a ciertos sonidos y niveles de ruido que normalmente no se consideran altos.
Los ladridos de los perros, las risas, los timbres de teléfonos, el agua corriente de un grifo o las ruidosas aspiradoras son sonidos diarios comunes. No son muy altos y, por supuesto, no dañinos. Al menos no para el oído normal.
Pero para los pacientes con hiperacusia, estos sonidos diarios pueden causar dolor, frustración e, incluso, terror. Se ha observado a niños alejándose de sonidos específicos, angustiosos para ellos - pero inofensivos para el resto.
Una falta de compresión es otro problema para las personas que tienen este problema. Con frecuencia, se les acusa de ser hipersensibles, incluso histéricos. "Oyes demasiado bien", es una idea errónea muy común.
La hiperacusia no es una «super audición»
Las personas con hiperacusia poseen una audición perfectamente normal. No tienen una audición por encima de lo normal ni pueden oír «mejor que nadie». Pero lo que sí tienen es un menor grado de tolerancia y una mayor sensibilidad a sonidos específicos y niveles de sonido que normalmente no se consideran altos. Para algunos pacientes, el problema surge con niveles de sonido tan bajos como 25 dB - imposibilitando el diagnóstico adecuado con los equipos normales para pruebas acústicas de las clínicas, ya que dichos equipos funcionan con niveles de sonidos mucho más elevados - 80 dB o superior.
Tratamiento de la hiperacusia
Los expertos en este problema de audición poco común aconsejan a las familias y médicos mostrar en primer lugar comprensión. El hecho de ser víctima de "tortura acústica" ya es un problema, pero la falta de comprensión y empatía de la familia y los médicos sólo empeora la situación.
La hiperacusia puede ser un problema especialmente difícil para los niños ya que puede ser duro para ellos hacer entender a los adultos que el hecho de taparse los oídos y correr fuera de la clase no es sólo "ser travieso", sino que es por motivo de un sonido.
A peor si hay muy poco ruido
Los médicos se atreven a señalar que la cura no es el silencio ni los tapones. Al contrario, el ruido demasiado bajo puede empeorar el problema, haciendo que gradualmente el paciente no pueda llevar una vida normal. En su lugar, las personas que sufren una tolerancia reducida a los sonidos deben rodearse de sonidos agradables de bajo nivel en todo momento. Es posible utilizar radios con un volumen bajo o incluso un generador de ruido para una estimulación constante para ayudar al cerebro a readaptarse a los sonidos diarios normales.