Comunicarse con una pérdida de audición

Los niños desde que nacen comienzan a aprender a comunicarse. Escuchan y muy pronto son capaces de reconocer las voces de su madre y de su padre. Los niños empiezan a hablar imitando los sonidos que oyen.
Sin embargo, la comunicación es más que el lenguaje hablado. Nos comunicamos mediante gestos, expresiones faciales y otros tipos de lenguaje corporal. Estas formas de comunicación son muy importantes y, en muchas situaciones, prestamos más atención a este tipo de comunicación que a las palabras habladas.
Los niños que sufren pérdida de audición tienen dificultades para aprender a comunicarse ya que no pueden oír todos los sonidos que les rodean o incluso su propia voz. Por ello, el desarrollo básico del lenguaje suele retrasarse en ellos. Por el contrario, los niños con una pérdida de audición de moderada a grave casi siempre desarrollan un lenguaje que puede entenderse. Las investigaciones han demostrado que incluso los niños con pérdida de audición profunda pueden aprender a hablar. Cuanto antes se les diagnostique y trate, mejor. Sin asistencia audiológica puede ser extremadamente difícil para el niño que nace con una alteración auditiva grave aprender a leer, escribir y hablar.