Consecuencias psicológicas
La pérdida de audición no tratada puede tener serias consecuencias psicológicas.

Se sabe que la pérdida de audición no tratada puede tener como resultado efectos psicológicos negativos para la persona con discapacidad auditiva.
Entre las consecuencias psicológicas más comunes se incluyen:
- Vergüenza, culpabilidad e ira
- Pena
- Problemas de concentración
- Tristeza o depresión
- Preocupación y frustración
- Ansiedad y desconfianza
- Inseguridad
- Autocrítica y baja autoestima/confianza en sí mismo
La pérdida de audición no tratada también puede hacer que la persona se irrite con facilidad y sea menos tolerante con los demás. Algunas personas pueden incluso volverse paranoicas.