Las aulas son perjudiciales para la audición y el aprendizaje

Los alumnos hablan alto entre ellos, de forma individual o en grupo. Los gritos y los chillidos llegan a exponer a alumnos y profesores a niveles peligrosos de ruido alcanzando los 130 dB, a veces provoca un daño auditivo permanente.
Los profesores modulan sus voces según el ruido de fondo. Y un problema generalizado es que los alumnos y los profesores intentan hacerse oír por encima de los demás, en lugar de mantener el ruido al mínimo y hablar por turnos.
En una clase normal la voz del profesor es de 20-30 dB sobre el nivel de ruido de fondo. Por ejemplo, la medición del nivel de la voz del profesor fue de 50-60 dB en una clase con un nivel de ruido de fondo medido de 33 dB. Cuanto más alto sea el ruido de fondo, más alto debe hablar el profesor, y esto, como consecuencia, hace que aumente el ruido de fondo. ì
Ejemplos de mediciones de niveles medios de ruido de fondo en escuelas:
Clase normal: Nivel de ruido de fondo con 17 alumnos realizando un trabajo de grupo, 45-50 dB.
Ruido de fondo en un aula poco disciplinada con 11 estudiantes trabajando en grupo, 60-65 dB.
Niños sacando piezas de lego de una caja (medido a una distancia de 1 metro), 82 dB.
Dos niños hablando de juguetes (medido a una distancia de 2 metros), 78-82 dB.
El timbre del pasillo (valor máximo medido desde una distancia de 2 metros), 115 dB.
Clase de música: alumnos hablando (ruido de fondo sin música), 68-73 dB.
Clase de cocina: Alumnos hablando y cocinando (nivel de ruido sin ruido de máquinas), 67-80 dB.
Clases de taller de madera: Alumnos hablando y trabajando (nivel de ruido sin ruido de herramientas eléctricas), 78-90 dB.