Los cirujanos no pueden acabar con el ruido
Como lugar de trabajo, la sala de operaciones es un sitio peligroso para la audición. El equipo quirúrgico de los cirujanos suele hacer tanto ruido que conlleva el riesgo de padecer pérdida de audición. El ruido de los equipos electrónicos durante una operación de cadera o rodilla supera el nivel máximo permitido de 140 decibelios. Estos peligrosos niveles de ruido fueron descubierto por un estudio publicado en la revista Australian and New Zealand Journal of Surgery.
Los investigadores estudiaron los niveles de ruido durante cinco operaciones de rodilla y cadera en el Hospital Taruanga de Nueva Zelanda. Las mediciones se tomaron a la distancia del oído del cirujano, dando niveles máximos de 145 decibelios. Niveles de ruido por encima de los 140 decibelios pueden causar un daño auditivo instantáneo.
Los cirujanos normalmente no se dan cuenta del riesgo que corren porque el ruido es momentáneo, y muchos de ellos no se protegen los oídos durante las operaciones. Con niveles máximos por encima de los 140 decibelios, las directrices de la Asociación de Salud y Seguridad Ocupacional recomiendan el uso de protectores auditivos y evaluaciones auditivas periódicas.
Un estudio anterior publicado en la revista Journal of Bone and Joint Surgery indica que 11 de los 22 miembros del personal de la sala de operaciones del Hospital St. Mary de Londres sufrían pérdida de audición. La media de la pérdida auditiva se encontraba en 12,3 decibelios. Todos aquellos examinados habían trabajado en la sala de operaciones durante más de cinco años.
Los investigadores advierten a los cirujanos que cuanto más tiempo pasen expuestos a estos ruidos nocivos, mayor será el riesgo de padecer una pérdida de audición inducida por ruido.
Fuente: Noise exposure in the orthopaedic operating theatre: A significant health hazard, Australian and New Zealand Journal of Surgery y Noise-induced hearing loss in orthopaedic staff, Journal of bone and joint surgery