Más pérdida auditiva en el estrato socioeconómico bajo

La probabilidad de desarrollar una pérdida de la audición es prácticamente dos veces mayor para el nivel socioeconómico bajo que para el nivel alto, según recoge un estudio británico.
El objetivo del estudio consistía en investigar si la pérdida auditiva se asociaba a factores socioeconómicos y hábitos modificables entre la población de adultos mayores en Inglaterra.
Desigualdad sanitaria
Los resultados hallaron una asociación entre la pérdida auditiva y ciertos indicadores de la desigualdad sanitaria como la variación en la formación educativa, la situación laboral, el nivel de ingresos y el poder adquisitivo.
Los datos del estudio revelan que la situación socioeconómica está estrechamente relacionada con la probabilidad de desarrollar pérdidas auditivas en el caso de los adultos mayores. La población con un nivel más alto de estudios, ingresos y poder adquisitivo tendría menos probabilidades de presentar pérdida auditiva, mientras que los empleos de tipo manual aumentarían dicha probabilidad.
Hábitos
El estudio halló, así mismo, que los factores socioeconómicos y ciertos hábitos modificables (tales como un índice alto de masa corporal, la falta de actividad física, el consumo de tabaco y el consumo de alcohol por encima del considerado como límite de riesgo bajo) se asociaban a la probabilidad de desarrollar pérdidas auditivas al mismo nivel que factores demográficos como la edad y el sexo.
Prevalencia de la pérdida auditiva
En el estudio participaron 8.529 personas de entre 50 y 89 años. Se detectó pérdida auditiva en un 32,1% de los hombres y un 22,3% de las mujeres.
El estudio «Socioeconomic and lifestyle factors associated with hearing loss in older adults: a cross-sectional study of the English Longitudinal Study of Ageing (ELSA)» (Factores socioeconómicos y hábitos asociados a la pérdida auditiva en mayores adultos: estudio transversal del Estudio Longitudinal Inglés sobre el Envejecimiento) se publicó en la revista BMJ Open.
Fuentes: www.ncbi.nlm.nih.gov y la revista BMJ Open.